Recetas de una health coach

Te explico tres recetas rápidas, sabrosas y fáciles de hacer que incorporé a mi cocina. Tal vez no sean alta gastronomía, ni suenen suficientemente exóticas ni sofisticadas. Pero dan buen resultado, con poco tiempo de elaboración e ingredientes accesibles. Y, más importante aún, ¡son recetas saludables!

Omelette al masala. ¡Ideal para desayunar!

Se prepara en 5 minutos, se cocina en 5 minutos. Las cantidades son para una sola porción.

Ingredientes:

  • ¼ cucharita de comino

  • 2 huevos

  • ¼ cucharita de cúrcuma

  • 1 buena pizca de sal

  • 1 cebollita de verdeo cortada fina

  • 1 tomate cortado en cubitos

  • 1 morrón (pimiento) verde mediano cortado finito

  • Coriandro fresco al gusto

  • Manteca, grasa o aceite de oliva para la sartén

Manos a la obra:

Mezclar los dos huevos con el comino, la cúrcuma y la sal. Agregar la cebollita de verdeo, el tomate, morrón y coriandro. Calentá a fuego medio una sartén de 22 cm de diámetro. Agregá manteca para que no se pegue y poné la mezcla de los huevos moviendo bien para que se cubra la base. Cociná hasta que esté listo en la parte de arriba y comience a dorarse a los lados. Luego podés doblarlo por la mitad y darlo vuelta para que se dore. Podés acompañar con pan de masa madre y un café o un té chai. ¡Disfrutalo!

Coliflor y patatas al horno a la bechamel

Es mi versión de la receta italiana “Sformato di cavolfiore e patate”.

Ingredientes:

  • 4 patatas

  • ½ coliflor  

  • 600ml de leche

  • 1 cebolla

  • Clavo de olor al gusto

  • 50 grs manteca

  • 50 grs harina

  • 50 grs queso parmesano u otro. Yo usé cheddar porque es el queso inglés típico.

Manos a la obra:

Poné agua a hervir y agrega sal al gusto. Agregale las patatas enteras y con la piel. Cuando estén tiernas, sacalas del agua. Cuando ya estén tibias, pelalas y rompelas con las manos. Hervir el coliflor cortado en ramilletes.

Entibiar la leche junto a  la cebolla, a la que antes tienes que haberla pinchado con unos clavos de olor.

En una ollita poné la manteca y cuando empieza a estar espumosa agregale la harina para hacer la salsa bechamel. Mezclar por 2 minutos y agregar la leche tibia. Revolver hasta que hierva y espese. Agregá un poco de queso a esa bechamel y mezclar. 

En una fuente para horno, poner las patatas y la coliflor, mezclar con la bechamel y arriba poner lo que queda de queso rallado. Cocinar en horno a 180ºC hasta que esté dorado por encima.

Esta receta también podés hacerla con calabaza o boniato en lugar de patatas.

Alitas de pollo crujientes

Ingredientes:

  • 900 grs de alitas de pollo

  • 1 cucharadita de sal (elige una buena sal: marina, celta, himalaya)

  • 1 cucharadita de pimienta negra recién molida

  • 1 cucharadita de bicarbonato

  • 1 cucharadita de pimentón

  • 1 cucharadita de ajo en polvo

  • 1 cucharadita de aceite de coco o manteca

Manos a la obra:

Si están húmedas, secá las alitas con papel de cocina y reservalas en un bol. En un cuenco pequeño, mezclá la sal, la pimienta, el bicarbonato, el pimentón y el ajo. Añadir esa mezcla con las especias a las alitas y mezclá hasta que las alitas queden bien cubiertas.

Precalentar una sartén a fuego medio. Derretir el aceite de coco en la sartén. Colocá las alitas, cubrilas y cocinalas durante 10- 12 minutos.

Da vuelta a las alitas y cocinarlas otros 10- 12 minutos, hasta que estén doradas. Sacar las alitas del fuego y dejar enfriar durante 5 minutos. Podés aderezar con salsa picante o limón si lo deseas.

Acompañá con verduras asadas, arroz, ensalada, puré o lo que desees.

Esta receta es una de mis preferidas, es rápida, fácil, económica y muy rica. A veces las hago al horno, pre calentándolo previamente y pincelando el pollo con aceite.

¡Si las hacés, contame qué tal te salieron!

¡Hola! soy Natalia Pinnau

Health Coach certificada por el College of Naturopathic Medicine, de Londres. Estoy aquí para ayudarte.


¿Tienes dudas sobre qué es el health coach?

¿Quieres saber cómo puede ayudarte?


Anterior
Anterior

Los beneficios de volver a tomar leche cruda

Siguiente
Siguiente

¿Por qué la vitamina D es tan importante para tu salud?